Cuando alguien fallece, se plantea la cuestión de cómo dividir su patrimonio. La herencia legítima es la parte del patrimonio de una persona fallecida que se reserva legalmente para sus herederos forzosos, o legitimarios. Este artículo explorará qué es la legítima hereditaria y cómo se divide en tres partes: el tercio de libre disposición, el tercio legitimario y el tercio de mejora.

Qué es la legítima hereditaria

Cuando se trata de la transmisión de los bienes de un difunto, es importante recordar las leyes de la herencia. Al fallecer, un tercio del patrimonio se reserva a los herederos del difunto -como hijos, descendientes y cónyuges-, que tienen derecho legal a la herencia. Los dos tercios restantes de la herencia se conocen como Tercio de Libre Disposición y Tercio de Mejoras, y pueden repartirse a cualquiera.

Cuando no hay descendientes, el tercio de la herencia se reparte entre los ascendientes. Este tercio se reparte a partes iguales entre los padres, y la mitad se divide entre los ascendientes de las líneas paterna y materna.

Para determinar el valor de la herencia y repartirla con equidad, es necesaria una tasación de los bienes inmuebles que la componen. Esta valoración debe realizarla un profesional, que debe evaluar el valor de los bienes para garantizar que todos los herederos reciban una parte justa y equitativa de la herencia.

¿En cuántas partes se divide una herencia?

Disponer de la herencia es un elemento importante del derecho civil que consta de tres partes. Para empezar, el Tercio de Libre Disposición concede al testador la libertad de otorgar hasta un tercio de sus bienes a quien desee. A continuación, se establece el Legítimo, que reserva un tercio de los bienes a los herederos forzosos, como hijos, progenie, antecesores y cónyuges. Por último, el Tercio de Mejora sirve para dar ventaja a determinados herederos sobre los demás.

La parte de los hijos y descendientes es de dos tercios del patrimonio de los padres. De este modo, quienes tienen derecho legal, como los hijos y la progenie, tienen derecho a dos tercios del patrimonio heredado. Éste se divide en dos partes; el primer tercio se reparte equitativamente entre los herederos forzosos, y el segundo tercio, denominado Mejora, se utiliza para beneficiar a determinados herederos más que al resto.

La parte de los antecesores es un tercio de la herencia, dividido en dos mitades. La parte de los padres se distribuye a partes iguales entre ellos, mientras que la parte de los ascendientes del mismo grado de las líneas paterna y materna, por ejemplo los abuelos paternos y maternos, se divide en dos entre estas dos líneas. Este procedimiento de reparto de la herencia tiene por objeto dividir la herencia del difunto de forma justa y equitativa entre los sucesores.

Tercio de libre disposición de la herencia

El Tercio de libre disposición es un elemento integrante del proceso sucesorio. Este tercio permite al testador disponer de un tercio de sus bienes sin limitaciones subjetivas, a favor de la persona o personas de su elección. Estos bienes pueden distribuirse antes del fallecimiento o en testamento.

El Tercio de Libre Disposición es un bien importante, ya que permite al testador otorgar una parte de su patrimonio a quien considere digno, sin ninguna restricción legal. Este tercio puede darse a herederos o no herederos, siempre que todos los legítimos destinatarios estén igualmente provistos del Tercio de Legítima Herencia.

Para utilizar correctamente el Tercio de Libre Disposición, es importante comprender las leyes y reglamentos aplicables. También es aconsejable obtener asesoramiento experto para sacar el máximo partido de este tercio y garantizar que se cumplen los deseos del testador.

El Tercio de Libre Disposición es una poderosa herramienta que permite al testador proveer a sus seres queridos de la forma que considere oportuna. Es esencial dividir la herencia correctamente y asegurarse de que todos los herederos legítimos son atendidos, para que los deseos del testador puedan ser respetados.

Tercio de mejora en la herencia

El Código Civil español establece que los herederos deben dividir su herencia en tres partes. Una de ellas es el Tercio de mejora, una parte de la herencia total que puede utilizarse para beneficiar a algunos de los herederos forzosos. Esto puede hacerse concediéndoles una parte mayor de los bienes.

El Tercio de Mejora ofrece al testador la oportunidad de destinar una parte de los dos tercios de la herencia a mejorar las perspectivas de sus hijos u otros descendientes. Esto puede hacerse mediante la aportación de bienes, fondos u otras posesiones de la herencia.

Tercio de herencia legítima

A la hora de repartir las pertenencias del fallecido, la ley reserva una parte de los bienes para determinados familiares, conocidos como herederos forzosos. Esta parte de la herencia se denomina “Tercio de herencia legítima” y se divide en tres partes. Es esencial comprender estos componentes para garantizar que la herencia se asigna correctamente.

La primera parte es el Tercio de Libre Disposición. Esto permite al testador designar quién recibirá una parte igual de un tercio de los bienes, independientemente de si es descendiente o pariente. Es una forma estupenda de que el testador pueda atender a quienes han sido importantes para él a lo largo de su vida.

La segunda parte es el Tercio Legítimo, que se reserva para los herederos forzosos. Se reparte a partes iguales entre los herederos, y a falta de descendientes, los bienes se reparten entre los ascendientes. En el caso de ambos progenitores, los bienes se dividen a partes iguales entre ellos.

La última parte es el Tercio de Mejoras. Permite al testador favorecer a determinados herederos en detrimento de otros, sin limitarse únicamente a los herederos forzosos. Esta parte pretende garantizar que los beneficiarios obtengan una parte de los bienes que les resulte más ventajosa. Esta parte puede repartirse entre varios herederos, siempre que el importe total no supere un tercio de los bienes.

Tasación Herencia legítima en Madrid

En Madrid, la herencia se divide en tres partes de acuerdo con el Código Civil español. La primera parte, el Tercio de Disposición, es la parte de la herencia que el testador asigna libremente y sin restricciones. La segunda, el Tercio de Legitimación, se reserva a los llamados herederos forzosos, como hijos, descendientes, ascendientes y cónyuge del causante. Si no hay descendientes, el Tercio Legítimo se divide entre los ascendientes, como los padres. Por último, el Tercio de Mejora, es la parte de la herencia que se reparte entre los herederos forzosos y que puede beneficiar más a unos que a otros.

Cuando no hay descendientes, el Tercio Legítimo debe repartirse entre los ascendientes. En estos casos, el Tercio Legítimo es un tercio de la herencia, y la Legítima de los padres se divide a partes iguales entre ellos. Del mismo modo, la Legítima de los ascendientes del mismo grado de las líneas paterna y materna, como los abuelos paternos y maternos, también se divide por mitad entre ambas líneas. Los herederos forzosos tienen derecho a dos tercios de los bienes hereditarios, repartiéndose el primer tercio entre ellos y utilizándose el segundo tercio como mejora para beneficiar a unos más que a otros.

¿Quiénes son los herederos forzosos o legitimarios?

Se denominan herederos forzosos o legitimarios a las personas que tienen derecho a recibir la herencia por su filiación legal con el fallecido. Generalmente, estas personas son parientes directos, como el cónyuge, los hijos, los padres o los hermanos del fallecido. Por ley, la parte de la herencia a la que tiene derecho cada heredero forzoso depende del número de legitimarios. Por ejemplo, en el caso de un matrimonio, el cónyuge tiene derecho a un tercio de la herencia, mientras que los hijos obtienen dos tercios.

La legítima de los ascendientes se divide entre las líneas paterna y materna. La mitad de los bienes se reparte entre estas dos líneas, y luego la legítima de los padres se divide a partes iguales entre ellas. La legítima de los descendientes puede repartirse entre ellos, pero no debe superar los dos tercios del total de la herencia. Por otro lado, la legítima de los cónyuges puede repartirse libremente dentro de un tercio del total de la herencia.

¿Cómo tasar un bien inmueble para heredarlo?

Heredar un bien inmueble puede ser una empresa compleja y una tasación adecuada es esencial. Para determinar con precisión el valor justo de mercado del inmueble y calcular los impuestos de sucesión, es importante recurrir a los servicios de un profesional con experiencia que conozca el mercado local y los valores actuales. Esto es especialmente pertinente si la propiedad está situada en una zona muy solicitada o si se han producido cambios recientes en el mercado local.

tasar inmueble para heredar

Al tasar bienes inmuebles por herencia, deben tenerse en cuenta múltiples factores. Entre ellos, la ubicación y el estado de la propiedad, su potencial de desarrollo futuro, los valores medios de la propiedad en la zona y los precios medios de propiedades similares. También debe tenerse en cuenta el clima económico actual, así como cualquier cambio reciente en el mercado local.

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Además de la tasación, debe evaluarse el patrimonio para determinar el valor de cualquier activo incluido en la herencia, como objetos personales, acciones, bonos y otras inversiones. El albacea de la herencia también debe tener en cuenta cualquier pasivo, como impuestos o hipotecas, y cualquier coste legal o de otro tipo asociado.

Evaluar los bienes inmuebles para una herencia puede ser una tarea desalentadora. Es importante consultar a un profesional cualificado que conozca el mercado local y pueda proporcionar estimaciones precisas del valor del inmueble. Esto ayudará a garantizar que se contabilizan todos los bienes y que los impuestos de sucesión se calculan correctamente.

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